Un solo cuadro
marco blanco
tus libros
algunos sonetos de Tomás Segovia
(Alicia Martínez)
Copio y pego y me hago eco y lamento de la entrada de los compas de la ASOCIACIÓN POÉTICA CAUDAL
.
En
toda justicia no hay identidad. Lo único que puede haber es amor a la
tradición, a la lengua, a la naturaleza o a los usos y costumbres, pero
yo creo que eso no llega a ser identidad. Pero la ambigüedad que vivimos
hoy en día es que, cuando el Estado necesita ser la encarnación de la
nación para justificarse, entonces lo que hace es considerar que ese
respeto a las tradiciones es su identidad. El problema es que nadie se
atreve a decir que es injusto que un país dé más derechos a sus
ciudadanos que a los extranjeros que viven en él. En España esto es muy
claro, puesto que la izquierda está todo el tiempo diciendo que defiende
los derechos de los inmigrantes, pero aún así todavía no se atreven a
decir que un extranjero debe tener los mismos derechos. Y eso es porque
detrás está la cuestión de la identidad. Un autor del siglo XVIII dijo
que el patriotismo es el último refugio de un granuja."
.
TOMAS SEGOVIA, para la revista Babab
Fallece en noviembre de 2011 Tomás Segovia,
poeta, narrador y ensayista, nacido en Valencia, que vivió la mayor
parte de su vida exiliado en México. Una extensa trayectoria poética,
tan coherente y constante es irresumible acá. En los últimos años su
poesía se densificó, se abismó en la claridad de las mañanas y desvelo
secretos de una ontología que ligaba nuestra existencia a la morosidad
de la mirada, la lectura de la naturaleza y la capacidad discernidora
sobre el mundo y nuestra condición en relación a los vínculos, la vida
desde la perspectiva de la muerte y el valor impagable de lo pequeño, de
lo frágil, de la memoria y hasta del olvido que posibilita comenzar un
siempre todavía. Lo amoroso, la pensatez, lo votivo o lo social eran
temas que se entrecruzaban, desde una escritura sin estridencias y
relámpagos ni filigranas. Sostenida por una vida que supo interiorizar
un exterior vulnerable, desplazado, difícil de defender de las
oxidaciones y los acosos. Poesía vida. Palabra respirando al solaz día
con una pregunta pertinaz que nos vuelve la mirada, el corazón, hacia lo
sustancial, lo irrenunciable, con humildad y osadía, con imborrable
belleza y extrañeza por tanto que aún asombra y emociona, vincula.
. V. G.
La Fundación Inquietudes, con la colaboración de la Asociación Poética Caudal, publicó, Sonetos votivos, ver aquí. Aquella hermosa y completa edición de todos sus sonetos estuvo al cuidado de Javier Gil Martin y Miguel Fernández.
.Ahí una muestra:
BISUTERÍA
[Con
este título he ido recogiendo varios tipos de juegos poéticos,
divertimentos, ingeniosidades e improvisaciones, y bajo el mismo han
aparecido ya tres ediciones: En la Imprenta Universitaria, México, en
1980; en edición casera del Taller del poeta, alrededor de 1995-2000; y
en Ediciones Sin Nombre, México, en 2006. Aquí se darán esprádicamente
algunos inéditos o alguna muestra.]
ADIVINANZA
Ante la crisis famosa,
nada hay que más risa cause
que alguna opinión de alguno,
salvo quizá la chistosa
opinión de Fulanito.
Es fácil adivinar
por qué preferí dejar
algunos versos sin rima:
¡La que me caería encima
si se me ocurre rimar!
27 jul 11
.
VERANO SIN DIQUE
Qué impudor de la luz esta mañana
El mundo está echando desnudeces
Que casi nunca vemos
Va a ser difícil hoy
Que el alma perservere en sus tareas
Qué haremos si por fin el día
De veras se revuelca al sol
Con lo nunca tocado
Qué haremos si no hay nada que guardar
Para mañana.
De Llegar (2005-2006) editado por Pre-Textos
Lo que me impide despedirme en paz
Como nos gustaría a vosotros y a mí
Es preguntarme con alarma
Qué vais a hacer del mundo
Cuando yo ya no esté
.
De Aluvial (2007-2008) editado por Pre-Textos Reseña en El País (8-11-2011), al fallecimiento del poeta, aquí
Discurso de recepción del Premio Juan Rulfo
.
.
Tengo
pensado en hablar de mi obra, aunque nunca me ha gustado hablar de uno
mismo. Sin embargo, veo que todos los escritores premiados han hablado
de si mismos y han considerado que el discurso de recepción sea una
ocasión para contar al público cómo han hecho su obra o qué han hecho en
su vida. Yo también voy a hacer eso, pero confieso que tengo miedo de
parecer solemne, que es algo que odio, aunque en algunas situaciones
creo que sí hay que ser solemnes, por ejemplo en la cama o tomando un
café con algún amigo, pero nunca ante el público...
Los premios también son eso que
se llama consagración. O sea, consagran algo que ya existe, y eso mismo
que consagran tiene a su vez un contexto social, histórico, político y
cultural, esto último en el sentido de las corrientes y las identidades
culturales. Entonces los premios generalmente consagran un consenso de
grupos, de países o de tendencias, por eso me pareció muy raro que me lo
hayan dado a mi, pues creo que yo no soy consagrable.
¿Qué es lo que yo consagro? Yo
no pertenezco ni a un país ni a otro, ni a ningún grupo, generación,
corriente literaria ni nada parecido. Esto no lo he buscado, simplemente
creo que así fue mi destino, pues desde he andado de un sitio para
otro, cambiando de países, incluso de regiones dentro de los países. A
lo largo de mi vida he ido cambiando de todo, incluso de esposa, y así
he vivido toda mi vida. Nunca me he arraigado ni a un país, ni a una
época ni a un matrimonio. Por eso me extraña más la concesión del
premio, porque cuando se consagra algo se hace porque eso mismo que se
consagra ya está arraigado. Y yo creo, insisto, que no soy consagrable.
Tomás Segovia
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